El PF de hoy con más afán de protagonismo e histrionismo

Una de las cosas que no debemos ser los PREPARADORES FISICOS ES PROTAGONISTAS.

Deberíamos huir del protagonismo. Esto implica no creerse el más importante del staff. Si bien elaboramos un trabajo importante, nos encontramos dentro de un grupo de trabajo en lo que cada uno realiza una función esencial. Pertenecemos a una cadena en la que, junto al entrenador, a los entrenadores alternos, los fisios, utileros, psicólogos o nutricionistas, ponemos a punto al único protagonista en esta obra: el futbolista. 

Nos encanta y seduce el ser protagonistas en los partidos donde mucha gente nos ve en vivo, en la televisión, en las redes sociales.

En los calentamientos, en los medios tiempos, durante el partido preocupándonos de situaciones tácticas y no en las que realmente tenemos que preocuparnos, hasta en los goles festejando hasta por encima del autor del mismo y en algunos casos hasta en la vestimenta.

Gesticulando hasta por demás para que la prensa nos elogie, y realizando una charla en la mitad de la cancha para que comente la “arenga del preparador físico” cuando perfectamente lo podemos hacer más en privado.

Todas las que hacemos las conozco. Podré no tener muchos conocimientos, pero experiencia me sobra y años en una cancha también.

Lo nuestro es otra cosa, hermosa profesión en la que tenemos que estar constantemente preparándonos y actualizándonos.

Nuestro protagonismo no es ese.

No vendamos “humo” sino capacidad, trabajo, esfuerzo, planificación, dosificación y actualización.

En lo nuestro no solamente es importante lo que hacemos sino y sobre todo COMO LO HACEMOS

Tenemos que ser útiles no importantes.

Uno es vigente en la medida que seas más sensible al cambio.

Intenta transformar la perfección en un hábito no en un acto.

El objetivo no es demostrar que domino la tarea, es estimular correctamente a nuestros jugadores.

Que hacemos es importante pero como lo hacemos es determinante.

Esta profesión se basa en hacer y ayudar a que brillen nuestros jugadores, no nosotros.

Tenemos participación en los contenidos, en la dosificación, en la planificación y no en una exagera exposición y protagonismo.

En mi actuación profesional y en mi vida privada considero que debemos actual bajo el mismo prisma de valores, del deber ser, porque debemos predicar con el ejemplo, debemos cumplir las 24 horas con nuestras normas de vida de principios, de educación, de valores, en mi caso por y para mis hijas, mi familia, mis amigos, mis compañeros de trabajo, mis jugadores y para la poca o mucha gente que le puedes llegar. Tu eres la primera persona a liderar.

El buen ejemplo puede cambiar la vida de alguien con eso es más que suficiente.

Ejemplo y contribuir.

“Tenemos una hermosa y a la vez gran responsabilidad por lo que nuestra actualización y preparación deberán ser constantes, ya que:
Ponemos latidos a los corazones de nuestros deportistas.
Agregamos kilos a sus cuerpos.
Sumamos kilómetros a sus piernas.
Ventilación a sus pulmones e información a vuestro cerebro,”

Prof. Rubens Valenzuela.

 DECÁLOGO

1. Corremos primero por delante de los jugadores. No vemos ni estimulamos ni supervisamos el trabajo de los jugadores. No soy yo el que tiene que correr son los jugadores.
2. Pasamos el balón y parecemos más jugadores que PF. Pongamos otros jugadores no lo hagamos nosotros. Si supervisemos, orientemos, estimulemos, alentemos, etc.
3. Llevamos un gimnasio a la cancha, en los calentamientos, algunos materiales útiles, otros lo llevamos para mostrar más que para utilidad, para seducir las cámaras de televisión.
4. Hacemos una charla con los jugadores antes de iniciar el calentamiento o al terminar en el medio de la cancha no se bien con qué objetivo y menos donde se ha realizado más de una charla previa del entrenador. Tenemos otros métodos para motivar, alentar, etc.
5. Nos subimos arriba de los jugadores en los goles. Importante para salir en la tv.
6. Hacemos muchos gestos durante todo el partido, hasta indicamos donde realizar el saque de banda.
7. Nos distraemos en aspectos tácticos cuando hay en campo y fuera del mismo muchos entrenadores encargados de ello, y nos distraemos en realizar lo que nos corresponde que es la preparación de los jugadores suplentes.
8. Realizamos una reactivación en el medio tiempo, realizándola más y mejor nosotros que los propios jugadores y muchas veces algunos ni la realizan porque están enfocados en una charla para corregir aspectos y otros porque salen más tarde. Dura 40 segundos a 1 minuto.
9. En una época se realizaba un regenerativo terminando el partido trotando alrededor de la cancha. Duro poco y se dejó de hacer. ¿No pasará algo similar con acciones semejantes de hoy en día?
10. Finalizando el primer tiempo se pierden 2 o 3 minutos en llegar al vestidor y se sale 2 o 3 minutos antes para reiniciar el segundo tiempo por lo que quedan 9 minutos para hidratación, asearse, descansar, masajes, revisación médica y escuchar indicaciones de los entrenadores.

No saturemos mentalmente al jugador con “nuestras” situaciones. No son prioridad en ese momento.