El Alemania-Ghana hizo que por primera vez en un Mundial dos hermanos se midieran con equipos diferentes: Kevin-Prince defendió los colores ghaneses, mientras que Jerome los del cuadro teutón.
Los hermanos Boateng, Kevin-Prince, ghanés y Jérôme, alemán, no se hablaban, pero se volvieron a ver sobre el césped este miércoles en el duelo del Mundial que enfrentó en Johannesburgo a sus combinados y que se saldó con victoria germana.
El padre de los futbolistas es Prince Boateng, quien llegó a Alemania en 1981 para jugar en el Reinickendorfer Füchsen, equipo de la liga regional germana. En marzo de 1987, nació Kevin-Prince y 18 meses más tarde, en 1988, con distinta madre, nació Jérôme. Cuando el jugador tenía sólo cinco años, el padre abandonó el hogar.
Jérôme se crió en Berlín-Wilmersdorf, un barrio burgués de la capital. Kevin-Prince, a pocos kilómetros, pero en otro mundo, Wedding, un distrito en el que abunda la población inmigrante y que sufre altas tasas de desempleo e inseguridad.
El delantero del Portsmouth ha llegado a decir que «en ese barrio, o eres pandillero o traficante de drogas o te haces futbolista». Su carrera está marcada por la polémica, y su carácter es rebelde y agresivo. En 2009, estuvo a punto de ser despedido de su equipo, tras una accidentada noche de fiesta. Jérôme, en cambio, pasa por tímido y tranquilo y nunca fue parte de ningún escándalo.
Kevin-Prince jugó en todas los equipos inferiores de Alemania, y en 2007, fue desafectado del plantel por su comportamiento indisciplinado y por sus reiteradas faltas de puntualidad. Dos años más tarde, anunció que prefería jugar con Ghana. Jérôme es campeón de Europa con Alemania Sub-21 y debutó en octubre de 2009 en el seleccionado mayor.
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