Rubens Valenzuela, Preparación Física en el Fútbol Entrenamiento deportivo, artículos sobre preparación física en el fútbol, trabajos prácticos.
Muchos padres exigen el éxito deportivo de sus hijos. Y los chicos terminan comprando la idea de que si les fue bien o mal es en función de si ganaron o perdieron. Especialistas opinan sobre el tema.
«Fui a ver un torneo de uno de mis sobrinos. Su equipo perdió la final, y como no tenía ninguna foto de todos juntos, les pedí que se juntaran para sacarles una. Y uno de sus compañeros me preguntó para qué quería una foto si ellos habían perdido».
La anécdota que cuenta Ariel pone sobre la mesa el único concepto válido para algunos chicos que hacen deportes: ganar. Y en esto, el rol de los padres es determinante. Suelen ser ellos los que, concientes o no, inculcan la idea de que lo único importante es ganar, y pierden de vista el concepto de diversión o sociabilización que debería guiar la actividad de sus hijos.
Marcos Scapellato profesor de Educación Física, sostuvo que en todas las prácticas ve esta clase de padres: “Hay padres que sólo quieren que su hijo gane y si juegan mal los retan hasta provocarles el llanto en vez de decirles que no importa. Otros chicos ya están tan hinchados que no les dan bola”.
“Cuando jugaba hockey mi mamá no se perdía un solo partido. Y cuando íbamos perdiendo se ponía peor que el entrenador, y eso ya era importante. Gritaba y repetía todo lo que decía el DT.”, contó Victoria (23).
La licenciada en psicología Doris Saslavsky explicó que se trata de “padres autoritarios que se erigen en una posición de amos transformando a sus hijos en objetos en vez de sujetos deseantes”.
Para la especialista, estos padres, a quienes sólo les importa el resultado midiendo así el éxito de sus hijos, depositan sus propios anhelos y frustraciones no respetando los de ellos.
En tanto, para Scapellato “la cabeza de esos padres funciona mal porque cuando son chicos el deporte es una diversión y no existe la competitividad. Para los nenes además del partido está el vestuario en donde se ríen, charlan… claro que si perdieron están un poco bajón pero a esa edad el fútbol es una diversión. Pero siempre está el padre que lo único que le importa es el ganar”.
Sin embargo, es difícil que un padre asuma su actitud: «Mi hijo juega al fútbol desde chico y yo siempre lo acompañé. Desde el potrero hasta torneos mucho más importantes. Pero un día se retiró para dedicarse a estudiar y para mí fue una desilusión.
Todavía me quedan los otros dos. Aunque uno se lesionó una rodilla y ya a la edad que tiene la veo difícil», contó Osvaldo a . Pasarles la pelota Saslavsky consideró que en estos casos “lo importante sería que el chico pueda rebelarse.
Que pueda decírselo a sus padres porque de lo contrario puede generarles algún síntoma como la depresión”. A su vez, resaltó que el rol de los padres es “acompañar a sus hijos con amor y con límites”. Entender, sobre todo, que se trata de un juego, de una recreación y un espacio de socialización y no, de un resultado.
La frase es casi un lugar común pero: el problema más serio de los chicos que hacen deportes y compiten, son los padres. Minutouno.com
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