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Lo que pierde un equipo

CUANDO NO CLASIFICA A OTRA FASE DE UNA IMPORTANTE COPA CONTINENTAL.
Es un mazazo.
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CUANDO NO CLASIFICA A OTRA FASE DE UNA IMPORTANTE COPA CONTINENTAL. Es un mazazo.

Una eliminación tan temprana en la Copa Libertadores, para este Boca acostumbrado a las luces de las finales, sin dudas es un mazazo. Y el golpe lo sacude todo. En la cancha aturdió a los hinchas que presenciaron una noche que va directamente a las páginas negras de la historia del club.

Sacudió a jugadores poco acostumbrados a estos sabores amargos. Conmovió a un cuerpo técnico que, si bien era consciente de que el piso no estaba firme, jamás pensó quedar tan pronto enterrado hasta el cuello. Y shockeó a un Jorge Ameal que, desde el palco presidencial, miraba atónito el naufragio del barco que comanda desde hace seis meses. Pero la onda expansiva, claro, no terminó en sensaciones y broncas por la derrota.

También llegó a la caja fuerte… Si el dolor se pudiera medir en números, entonces, podría afirmarse que esta eliminación a Boca le duele 2.630.000 dólares. Una cifra nada despreciable en estos tiempos de crisis global, recorte presupuestarios, un par de contratos exorbitantes y generación de recursos limitados.
Por supuesto, de todos modos, remontar una crisis económica siempre es mucho más fácil cuando uno se llama Boca y no Midland, con todo respeto.

Pero hoy en Boca hay preocupación porque al golpe deportivo, claro, se le suma este económico. Si el equipo avanzaba en el torneo continental, prioridad por la gloria y por la caja que reparte, en cuartos habría embolsado otros 180.000 dólares como por la serie ante Defensor Sporting, en la semifinal habrían sido 250.000, si era finalista otros 200.000, si era campeón unos 600.000 más…

Y, además, premios extras. Como el que paga el patrocinador del torneo, Banco Santander, de un millón de dólares para el campeón. Y también los bonus de los auspiciantes propios del club, como Megatone y Nike, que tendrían que haber puesto otros 100.000 dólares cada uno.
Y si a esto se le suman las tres recaudaciones de local, de cuartos, semi y final, a un promedio de por lo menos 500.000 pesitos por juego, la cuenta supera los dos palitos verdes.

Por supuesto: Boca verá por TV el Mundial de Clubes, que se jugará en Emiratos Arabes, y también verá de lejos el reparto de 16.000.000 de dólares entre apenas seis equipos (el campeón recibe 4,5 millones y el subcampeón, 3,5 millones). Esto, claro, son apenas los daños calculables.

Porque hoy es imposible medir la inevitable desvalorización del plantel y le precio que Boca pagará por la urgencia para vender jugadores a mitad de año para equilibrar las cuentas. A Boca, hoy, le duele todo. Desde el corazón hasta el bolsillo.

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