Cuantificación de las cargas de entrenamiento

Para definir un modelo de entrenamiento es preciso conocer los fenómenos que se provocan como respuesta al estímulo o carga de entrenamiento.

Introducción

La cuantificación del entrenamiento es una pieza clave de la preparación del deportista para la competición. Si se busca establecer y a analizar relaciones de causalidad entre el entrenamiento realizado por el deportista y las adaptaciones fisiológicas y de rendimiento resultantes, es absolutamente indispensable cuantificar de manera precisa y fehaciente la carga de trabajo realizada por éste. En otras palabras, no es posible conocer los efectos del entrenamiento sin una cuantificación exacta del mismo.

En este sentido es importante destacar dos consideraciones que deben de tenerse muy presentes a la hora de cuantificar el entrenamiento de del deportista:

• En un plan de entrenamiento existen tres tipos de cargas de entrenamiento que pueden variar entre si de manera muy considerable y que no deben confundirse: la carga planificada a principios de temporada; la carga prescrita el día en que debe llevarse a cabo; y la carga realizada.
• La carga de entrenamiento que debe ser cuantificada es la que ha sido efectivamente realizada por el deportista, no la carga de entrenamiento planificada a medio plazo ni la carga prescrita a corto plazo por el entrenador o preparador.

Problemática del fútbol

Los entrenadores de fútbol en el diseño de sus sesiones de entrenamiento suelen incluir varias tareas o ejercicios con objetivos técnico/ tácticos diferentes y evidentemente con un componente fisiológico y cinemático. Entendemos que debemos diferenciar estos dos últimos términos dado que aunque los dos hacen referencia al componente intensidad, puede variar significativamente la carga de entrenamiento.

Componentes de la carga de entrenamiento

El estímulo o carga de entrenamiento en el deporte de competición se describe habitualmente mediante la combinación de tres variables, como son el volumen, la intensidad y la frecuencia. En general se considera que estas tres variables provocan una respuesta adaptativa en el organismo del deportista, la cual debería repercutir de manera directa sobre el rendimiento deportivo.

Es por ello que resulta necesario tanto manipular como cuantificar de manera adecuada cada uno de estos tres componentes del entrenamiento a fin de optimizar las adaptaciones del deportista y por consiguiente su rendimiento en competición. Volumen El volumen es un componente habitual de la carga de entrenamiento. En el fútbol la gran mayoría de entrenadores la cuantifican mediante la variable tiempo. También se puede cuantificar mediante la variable distancia, pero utilizar esta variable cuando las tareas tienen una orientación táctica es bastante complicado. Intensidad La intensidad del entrenamiento tiene también gran importancia de cara a la mejora de las prestaciones deportivas, por las respuestas adaptativas que provoca y sus efectos sobre el rendimiento en competición.

Sin embargo a diferencia del volumen resulta bastante más difícil de cuantificar. La intensidad en el fútbol se ha controlado mediante la potencia cardiaca máxima (o porcentaje de la frecuencia cardiaca máxima o de la reserva cardiaca máxima), consumo de oxígeno o umbrales ventilatorios.

Frecuencia

La frecuencia del entrenamiento, al igual que el volumen resulta fácil de cuantificar, ya que es una variable que hace referencia al número de veces que el deportista entrena en un periodo de tiempo determinado.

OBJETIVOS:

A. PROGRAMAR TAREAS Y CARGAS QUE PERMITAN UNA PREPARACIÓN OPTIMA DEL DEPORTISTA PARA LA COMPETICIÓN.
B. EL CONOCIMIENTO DETALLADO DE LAS DEMANDAS DE CADA EJERCICIO PERMITEN UNA DISTRIBUCIÓN ADECUADA DE LAS TAREAS EN LA SESIÓN DE ENTRENAMIENTO.
C. TENER CONOCIMIENTO DE LAS EXIGENCIAS DE LA COMPETICIÓN. (FÍSICO-FISIOLÓGICAS)
D. ESTABLECER PROGRAMAS DE ENTRENAMIENTO ESPECÍFICOS ADECUADOS Y DIRIGIDOS A LAS CAPACIDADES PREDOMINANTES.
E. EL CONOCIMIENTO DETALLADO DE LAS DEMANDAS DE CADA EJERCICIO PERMITE UNA DISTRIBUCIÓN ADECUADA DE LAS TAREAS.
F. ADQUIRIR LOS CONOCIMIENTOS ADECUADOS PARA LA INTERPRETACIÓN DE LOS DATOS DEL ESFUERZO.
G. CONTEMPLAR LOS ASPECTOS RELACIONADOS CON LA COMPLEJIDAD PERCEPTIVA, DECISIONAL Y EJECUTIVA DE LAS ACCIONES DEPORTIVAS.

QUE PODEMOS CONTROLAR Y MEDIR.

INDICADORES EXTERNOS: CARGA FÍSICA.

1. DURACIÓN DE LOS DESPLAZAMIENTOS.
2. TIPO E INTENSIDAD DE LOS DESPLAZAMIENTOS.
3. DISTANCIA RECORRIDA.
4. TIEMPO DE PAUSA Y TIEMPO DE ESFUERZO.
5. VELOCIDAD DE LOS DESPLAZAMIENTOS.

INDICADORES EXTERNOS: CARGAS FISIOLÓGICAS.

1. FRECUENCIA CARDIACA.
2. CONSUMO DE OXÍGENO MÁXIMO.
3. VARIACIONES QUÍMICAS.
4. LACTACIDEMIA.
5. GLUCÓGENO MUSCULAR.

MÉTODOS ACTUALES.

Son numerosos los diferentes métodos que se pueden emplear para monitorizar la carga de entrenamiento y que se encuentran perfectamente descritos y validados en la literatura. Entre estos métodos se encuentran la medida de la frecuencia cardiaca, la distancia recorrida durante el entrenamiento, el peso (nº de kilogramos) levantado, las repeticiones realizadas o el tiempo de entrenamiento.

Algunos de estos métodos precisan del empleo de sofisticadas tecnologías como monitores de ritmo cardíaco o sistemas de seguimiento del jugador mediante vídeo o GPS. Sin embargo, no todos estos métodos son aplicables para los entrenadores o preparadores físicos de deportes de equipo, debido al alto costo de algunos instrumentos o por la elevada cantidad de tiempo que conlleva efectuar el control y análisis de la medida.