- Busquemos que nuestros entrenamientos no maten la creatividad de nuestros jugadores.
- Cada vez más el futbol se caracteriza por mantener una actividad intermitente a lo largo de todo el juego, con variaciones de intensidad y siendo las acciones de máximas las que mayormente influyen en el resultado final del encuentro.
- Requerimos una muy correcta distribución de los objetivos a lo largo del trabajo semanal. Planificación, ejecución y evaluación. Objetivos y contenidos a medios de entrenamiento y cargas a evaluación de la sesión o semana. Creo más en involucrar al jugador que motivar al jugador en el entrenamiento.
- Desde el punto de vista condicional nuestro trabajo y objetivo es que el jugador pueda y esté preparado para poder realizar todas aquellas acciones que les demanda la competición, condicionadas además por la forma de jugar, a la máxima intensidad requerida y con el menor riesgo posible de lesión.
- Ser más fuerte no garantiza estar mejor adaptado a las exigencias del futbol. Tomamos como referencia las demandas del partido y los principios de la sobrecarga. En algunas ocasiones los preparamos más a correr y luchar que a jugar, a repetir qué a pensar, se dedica más a el músculo que a la toma de decisiones.
- Creo más en el “desarrollo del talento” a partir del esfuerzo, el aprendizaje, el trabajo y la preparación continuada. El talento es la consecuencia de sumar a una muy buena predisposición mucho trabajo, aprendizaje y entrenamiento.
- Que hacemos es importante pero como lo hacemos es determinante. Esta profesión se basa en hacer y ayudar a que brillen nuestros jugadores, no nosotros.
- El rendimiento del jugador individualmente y del equipo como colectivo depende en buenas medidas de las condiciones que le rodeen a la hora de entrenar. La unidad más importante de nuestra metodología es el entrenamiento, todo lo demás es complementario o compensatorio.
- Me parece un paso inicial la realización aislada de gestos o acciones técnicas o tácticas para mejorar, después pasar con mayor porcentaje al deportista a estímulos más reales, a situaciones de juego y aplicarlas a las demandas del juego.
- La forma de trabajo por parte del Cuerpo Técnico resultará esencial para poder diseñar tareas donde los esfuerzos realizados por parte de los jugadores se asemejen a aquellos realizados en un partido o sirvan para mejorar los esfuerzos específicos de competición, respetándose al mismo tiempo las directrices tácticas pretendidas.