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La Liga Italiana se pone dura frente a los simuladores

En el partido que enfrentó al Bologna FC con la Juventus de Turín los espectadores del Stadio Renato Dall’Ara tuvieron la oportunidad de asistir a una pantomima protagonizada por Milos Krasic, extremo de La Vecchia Signora, el defensa Daniele Portanova y el árbitro internacional Andrea De Marco. El primero se marcó un piscinazo de época ante el segundo y el tercero se le comió con patatas y pitó penalti ante la estupefacción de la grada. Como podéis comprobar en el vídeo parece increíble que entre el árbitro y el linier no hayan sido capaces de ver la trampa ya en primera instancia, y las repeticiones demuestran lo escandaloso del lance.
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En el partido que enfrentó al Bologna FC con la Juventus de Turín los espectadores del Stadio Renato Dall’Ara tuvieron la oportunidad de asistir a una pantomima protagonizada por Milos Krasic, extremo de La Vecchia Signora, el defensa Daniele Portanova y el árbitro internacional Andrea De Marco. El primero se marcó un piscinazo de época ante el segundo y el tercero se le comió con patatas y pitó penalti ante la estupefacción de la grada. Como podéis comprobar en el vídeo parece increíble que entre el árbitro y el linier no hayan sido capaces de ver la trampa ya en primera instancia, y las repeticiones demuestran lo escandaloso del lance.

Los dioses del fútbol no pueden atender los millones de partidos que se juegan cada fin de semana, pero al menos uno de ellos debía estar viendo el partido entre Bologna y Juve, y conjuró los espíritus para que Emiliano Viviano le parara el inmerecido penalti a Vincenzo Iaquinta. Sin embargo, la justicia no sólo se quedó en el resultado del partido, que acabó 0-0, sino que parece que las instituciones futbolísticas italianas han decidido poner fin a este tipo de comportamientos antideportivos o, cuando menos, castigarlos con más dureza como medida de castigo y prevención. Actuando de oficio, el juez deportivo Giampaolo Tosel ha decidido escarmentar a Krasic con dos partidos de sanción, por lo que el serbio se perderá los próximos encuentros frente a Milan y Cesena.

La redacción del comunicado de la Lega Calcio no deja lugar a la duda y habla de una acción «en la que no hubo contacto entre los dos jugadores» y en la cual «el árbitro ha sido erróneamente influenciado por un piscinazo del jugador bianconero». Y para rematar hasta juzga la actuación de Krasic como «una simulación muy obvia». Aunque es cierto que la justicia deportiva italiana tiene otros asuntos tanto o más importantes que el castigo a los piscineros, como son los habituales gritos racistas contra los jugadores de raza negra, hay que tener en cuenta que dicho asunto es mucho más complejo, así que, personalmente, considero que está muy bien que le dediquen tiempo a sancionar a los tramposos: al fin y al cabo, ver un vídeo con repeticiones no supone ningún esfuerzo. Y más si el caso es tan flagrante como el de Krasic.

NOTAS DE FUTBOL.

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